Su
realidad e íntima relación con la movilidad urbana
Marcelo Ricigliano Cantos
Director General Vikua (Grupo
InTech)
Afirmar que Venezuela es líder, o al menos
impulsor de la tendencia global por desarrollar Ciudades Inteligentes sería, de
entrada y por cuanto menos, una falacia. Ahora bien, afirmar lo contrario,
sería igualmente un error. Hay varios ejemplos que demuestran que en Venezuela
desde hace décadas se realizan esfuerzos por incorporar más tecnología a la
ciudad, que redunde directamente en la mejora de la calidad de vida de los
venezolanos. El Metro de Caracas, a principios de los 80’, es al menos un buen
ejemplo.
No son pocos los temas que involucra una
Ciudad Inteligente (telecomunicaciones, tecnologías para la información,
soluciones ambientales, soluciones de tránsito y transporte, entre muchos
otros). En consecuencia, nos dedicaremos a validar sólo los temas relacionados
con la influencia e impacto de la Movilidad Urbana dentro del amplio concepto
de Ciudades Inteligentes.
Que una persona se mueva (en Caracas al
menos) de su lugar de residencia, a la oficina y de vuelta a su residencia,
puede llegar a demorar, en promedio, un gasto de 3 horas diarias. Si
clasificamos el día en 3 ámbitos, quedaría que una persona tiene 24 horas para
dormir (8 horas lo sugerido), trabajar (8 horas lo acostumbrado) y otras
actividades (8 horas de “esparcimiento”). Las 3 horas gastadas en movilizarse
de un lado al otro y de vuelta, es tiempo que se quita de uno, dos o hasta de
los tres ámbitos antes señalados. Eso directamente impacta en un aspecto
fundamental: disminución de la calidad de vida individual.
Esta disminución de la calidad de vida de
los venezolanos (tocada sólo desde el punto de vista de movilidad), está
directamente relacionada en el poco enfoque que en en el país le hemos dado al
concepto de Ciudades Inteligentes (o al menos ciudades cuyo desarrollo sea
prometedor). No obstante, en escenarios como el planteado, grandes son las
oportunidades de crecimiento y desarrollo.
En Venezuela desde hace varios años se viene
dando un impulso muy importante al desarrollo de soluciones que permitan -en
cierta medida- atacar el déficit de inversión acumulado en temas de transporte,
tránsito y vialidad. La ampliación de las rutas del Metro de Caracas, el Metro
de Maracaibo y Valencia, la Misión Transporte, los Sistemas de Transporte
Público terrestre con canales exclusivos (BusCaracas, TransBarca, BusTuy, entre
otros) son muestra de esa realidad. Su funcionamiento, diseño, características,
planificación, impacto, inversión (entre otros tantos elementos) quedan para
discutirse en otro escenario. Lo que sí es claro es que se ha puesto foco en la
necesidad de mejorar en cantidad y calidad, las soluciones de transporte
público para el ciudadano.
La importancia vital de nuevos y mejores
medios de transporte, va muy atada a un postulado (ya global) que no puede
pasar desapercibido: “Una Ciudad Inteligente no es una en la que los pobres se
mueven en coche, sino una en la que los ricos utilizan transporte público”[1].
Lo anterior atenta mucho a esa percepción
genérica vinculada a la necesidad de construir más vías, como remedio infalible
a la congestión vehicular. Esta aseveración es cuestionable desde muchos puntos de vista. De acuerdo con
varios especialistas, no hay una relación directamente proporcional o beneficiosa
entre la construcción de nuevas vías y el descongestionamiento vehicular: “una
vez se construye una nueva carretera, resulta pasmoso cómo recoge tráfico”.[2]
En Venezuela por supuesto que es necesario
construir más y mejores vías; sin embargo, allí no radica el problema
fundamental de la Movilidad Urbana, y mucho de la construcción de modelos de
Ciudades Inteligentes. El asunto está precisamente allí; en generar políticas
integradoras y modeladas de Ciudades Inteligentes. Esto es: Tecnología al
servicio del ciudadano, Planes de Desarrollo Urbano a largo plazo,
Infraestructura acorde a las necesidades de un territorio, continuación en los
proyectos y procesos, por comentar algunas.
Desde nuestra esquina (en Vikua) apuntamos a
consolidar cada vez más esos conceptos. Cada vez que trabajamos en un proyecto,
comenzamos por procesos de Ingeniería, Consultoría y análisis de la situación
actual; apuntando a dónde queremos llegar y cómo lo lograremos.
Ya existen Municipios en en el territorio
nacional con tecnologías que les permiten controlar desde un Centro de
Operaciones, toda una red de semáforos en tiempo real, gestionando sus tiempos,
cambios de planes, fallas, etc. Se cuenta también con sistemas que les permiten
recolectar data en tiempo real sobre niveles de congestionamiento, imágenes
sobre el comportamiento del tránsito, condiciones actuales de las vías. Estamos
trabajando en el desarrollo de Corredores Viales Inteligentes, en Sistemas de
Recaudo Automatizado del pasaje de Transporte Público, en Sistemas de captura y
validación de placas vehiculares; en definitiva, existe talento y fuerza
venezolana dedicada a ser parte de la construcción de Ciudades Inteligentes.
Son muchos los proyectos y la inversión
necesaria para hacer de nuestras Ciudades ejemplo de Ciudades Inteligentes (ver
los casos de Medellín, Guayaquil, Sao Paolo, Curitiba, Bogotá); pero también
son muchas las oportunidades y el reto está en querer ser parte de ese cambio.