jueves, 29 de enero de 2015

¿CIUDADES INTELIGENTES EN VENEZUELA?


Su realidad e íntima relación con la movilidad urbana


Marcelo Ricigliano Cantos
Director General Vikua (Grupo InTech)

Afirmar que Venezuela es líder, o al menos impulsor de la tendencia global por desarrollar Ciudades Inteligentes sería, de entrada y por cuanto menos, una falacia. Ahora bien, afirmar lo contrario, sería igualmente un error. Hay varios ejemplos que demuestran que en Venezuela desde hace décadas se realizan esfuerzos por incorporar más tecnología a la ciudad, que redunde directamente en la mejora de la calidad de vida de los venezolanos. El Metro de Caracas, a principios de los 80’, es al menos un buen ejemplo.
No son pocos los temas que involucra una Ciudad Inteligente (telecomunicaciones, tecnologías para la información, soluciones ambientales, soluciones de tránsito y transporte, entre muchos otros). En consecuencia, nos dedicaremos a validar sólo los temas relacionados con la influencia e impacto de la Movilidad Urbana dentro del amplio concepto de Ciudades Inteligentes.
Que una persona se mueva (en Caracas al menos) de su lugar de residencia, a la oficina y de vuelta a su residencia, puede llegar a demorar, en promedio, un gasto de 3 horas diarias. Si clasificamos el día en 3 ámbitos, quedaría que una persona tiene 24 horas para dormir (8 horas lo sugerido), trabajar (8 horas lo acostumbrado) y otras actividades (8 horas de “esparcimiento”). Las 3 horas gastadas en movilizarse de un lado al otro y de vuelta, es tiempo que se quita de uno, dos o hasta de los tres ámbitos antes señalados. Eso directamente impacta en un aspecto fundamental: disminución de la calidad de vida individual.
Esta disminución de la calidad de vida de los venezolanos (tocada sólo desde el punto de vista de movilidad), está directamente relacionada en el poco enfoque que en en el país le hemos dado al concepto de Ciudades Inteligentes (o al menos ciudades cuyo desarrollo sea prometedor). No obstante, en escenarios como el planteado, grandes son las oportunidades de crecimiento y desarrollo.
En Venezuela desde hace varios años se viene dando un impulso muy importante al desarrollo de soluciones que permitan -en cierta medida- atacar el déficit de inversión acumulado en temas de transporte, tránsito y vialidad. La ampliación de las rutas del Metro de Caracas, el Metro de Maracaibo y Valencia, la Misión Transporte, los Sistemas de Transporte Público terrestre con canales exclusivos (BusCaracas, TransBarca, BusTuy, entre otros) son muestra de esa realidad. Su funcionamiento, diseño, características, planificación, impacto, inversión (entre otros tantos elementos) quedan para discutirse en otro escenario. Lo que sí es claro es que se ha puesto foco en la necesidad de mejorar en cantidad y calidad, las soluciones de transporte público para el ciudadano.
La importancia vital de nuevos y mejores medios de transporte, va muy atada a un postulado (ya global) que no puede pasar desapercibido: “Una Ciudad Inteligente no es una en la que los pobres se mueven en coche, sino una en la que los ricos utilizan transporte público”[1].
Lo anterior atenta mucho a esa percepción genérica vinculada a la necesidad de construir más vías, como remedio infalible a la congestión vehicular. Esta aseveración es cuestionable  desde muchos puntos de vista. De acuerdo con varios especialistas, no hay una relación directamente proporcional o beneficiosa entre la construcción de nuevas vías y el descongestionamiento vehicular: “una vez se construye una nueva carretera, resulta pasmoso cómo recoge tráfico”.[2]
En Venezuela por supuesto que es necesario construir más y mejores vías; sin embargo, allí no radica el problema fundamental de la Movilidad Urbana, y mucho de la construcción de modelos de Ciudades Inteligentes. El asunto está precisamente allí; en generar políticas integradoras y modeladas de Ciudades Inteligentes. Esto es: Tecnología al servicio del ciudadano, Planes de Desarrollo Urbano a largo plazo, Infraestructura acorde a las necesidades de un territorio, continuación en los proyectos y procesos, por comentar algunas.
Desde nuestra esquina (en Vikua) apuntamos a consolidar cada vez más esos conceptos. Cada vez que trabajamos en un proyecto, comenzamos por procesos de Ingeniería, Consultoría y análisis de la situación actual; apuntando a dónde queremos llegar y cómo lo lograremos.
Ya existen Municipios en en el territorio nacional con tecnologías que les permiten controlar desde un Centro de Operaciones, toda una red de semáforos en tiempo real, gestionando sus tiempos, cambios de planes, fallas, etc. Se cuenta también con sistemas que les permiten recolectar data en tiempo real sobre niveles de congestionamiento, imágenes sobre el comportamiento del tránsito, condiciones actuales de las vías. Estamos trabajando en el desarrollo de Corredores Viales Inteligentes, en Sistemas de Recaudo Automatizado del pasaje de Transporte Público, en Sistemas de captura y validación de placas vehiculares; en definitiva, existe talento y fuerza venezolana dedicada a ser parte de la construcción de Ciudades Inteligentes.
Son muchos los proyectos y la inversión necesaria para hacer de nuestras Ciudades ejemplo de Ciudades Inteligentes (ver los casos de Medellín, Guayaquil, Sao Paolo, Curitiba, Bogotá); pero también son muchas las oportunidades y el reto está en querer ser parte de ese cambio.


[1] Palabras del exalcalde de Bogotá Enrique Peñalosa en 2010: http://www.semana.com/nacion/articulo/una-ciudad-avanzada-no-pobres-pueden-moverse-carro-sino-incluso-ricos-utilizan-transporte-publico/125258-3
[2] Robert Louis Stevenson. Citado en  “Tráfico” de Tom Vanderbilt. Editorial Debate.